Los gatos de manera instintiva ocultan su dolor como un recurso estratégico de supervivencia, de modo que resulta indispensable que los propietarios de mininos logren identificar las señales de que sus mascotas están padeciendo agudos dolores.
Hay muchas causas por las cuales un gato puede experimentar dolor: malestares dentales, artritis o lesiones variadas, por ejemplo. Ciertos factores relacionados con el dolor físico son bastante patentes, en tanto que otras son más difíciles de descubrir.
Por lo anterior resulta indispensable para garantizar el bienestar de los gatos aprender acerca de las variaciones en la conducta de los felinos y su relación con el dolor físico experimentado.
Lo anterior es algo muy importante para evitar en la medida de lo posible el sufrimiento en nuestra mascota. Abordemos más a fondo acerca de cómo evitar el sufrimiento en los animales domésticos y en los animales de cría.
El sufrimiento en el ganado y las aves de corral
Las gallinas y pollos sienten y sufren más allá de lo que pudiera suponerse. Se trata de animales que tienen comportamientos sociales más complejos de lo que podría pensarse a simple vista.
Estas aves pueden identificar y recordar a por lo menos cien de sus compañeros y manejan más de treinta distintas vocalizaciones para comunicarse.
Son animales con personalidad propia que aprenden con rapidez y tienen complejas relaciones sociales.
Lo mismo sucede con respecto a las vacas, animales inteligentes y sociables que gozan de pasar tiempo con sus compañeros.
También exhiben una personalidad bien definida: ciertas vacas son sociables y aventureras, otras son más tímidas y en general demuestran una gran variedad en su manera de ser justo como las personas.
Combatir con empatía el sufrimiento animal
De inicio, debemos tener presente que un animal no debe de ser considerado, bajo ninguna circunstancia, como un adorno o una especie de robot que no puede sentir emociones variadas.
Por el contrario, se trata de seres vivos que cuentan con un aparato nervioso central, mismo que les permite tener sensaciones diferentes y vivencias tanto aciagas como placenteras.
A partir de estas experiencias, los animales pueden relacionar ciertos recuerdos vinculados a particulares sensaciones, tal y como sucede con los seres humanos.
Ello implica que las mascotas, los animales en general, son perfectamente capaces de sentir miedo, angustia, sufrimiento y también placer, alegría y felicidad. Al equipararse en ello a los seres humanos, tienen pleno derecho a recibir un trato digno y mucho respeto.
Eutanasia y sufrimiento animal
Por otro lado, únicamente si un especialista determina que una mascota padece una enfermedad incurable y que esta condición tiene como consecuencia un sufrimiento sin sentido para ese animal, puede hablarse de eutanasia.
Los dueños del perro o gato (o cualquier otra mascota, más allá de su especie) deben asumir la responsabilidad de solicitar un procedimiento veterinario como la eutanasia.
Una resolución así debe ser tomada como la opción final, cuando ya no quedan otras salidas médicas y procurando en todo momento el bienestar de esa mascota. Es indispensable que la eutanasia sea llevada a cabo por un veterinario experimentado, en especial por motivos legales, morales y hasta científicos.
Únicamente este especialista se encuentra capacitado para inducir la muerte de la mascota utilizando procedimientos indoloros y que no motiven angustia en el animal.
Compromiso y dedicación contra el maltrato animal
Tener un animal de compañía en casa no es algo que deba de tomarse a la ligera. No es un asunto que podamos dejar entre paréntesis siempre que nos sintamos cansados o con escaso entusiasmo.
Adoptar un cachorro o un minino implica un compromiso a largo plazo. Con demasiada frecuencia se sabe de casos en los que perros y gatos son maltratados por personas que ya no desean cuidarlos.
Mucha gente también decide abandonar en las calles a sus mascotas en cuanto se les ha pasado el deseo de tenerlas en sus hogares. Lo anterior es la vía más corta para causarle abundante dolor y sufrimiento a estos animales.
Maltrato y sufrimiento animal en los espacios pecuarios
Estadísticas recientes de medios especializados en el tema, señalan que el setenta por ciento de casos en los que se presenta el maltrato animal se trata de perros; un veinte por ciento corresponden a gatos y un veinticuatro por ciento se presenta en caballos y otros animales habituales de las granjas y explotaciones pecuarias.
Sin embargo, estas referencias solo son aproximativas, ya que muchos de estos casos no son revelados e incluso son ocultados por los responsables de granjas y criaderos quienes esconden las prácticas más negativas en sus dinámicas de trabajo.