La oportunidad de identificar las principales enfermedades de la gallina en fases tempranas de su desarrollo, en muchos casos es el único medio para preservar la salud del ejemplar y garantizar que siga produciendo en un negocio pecuario.
Con relación a las enfermedades de las aves de corral, se las puede hallar de origen viral, ocasionadas por bacterias y algunas con capacidad de transmitirse a los seres humanos.
Tomando en cuenta tal diversidad es conveniente conocer cuáles son las enfermedades más frecuentes de hallar en gallinas, pollos y gallos. También hay que tener nociones acerca de su principal sintomatología y cómo pueden ser atendidas por parte del veterinario.
La viruela aviar y su impacto en granjas y criaderos
En primera instancia tenemos a una enfermedad vírica que se suele presentar con frecuencia entre las aves. Se trata de un problema de salud causado por diferentes cepas del microorganismo denominado como Variola Avium.
El contagio de esta enfermedad se produce cuando el virus penetra al organismo del ave a través de pequeñas laceraciones en la piel, las cuales suelen producirse por las confrontaciones que tienen las aves de cría entre sí en la cotidianidad.
Por otra parte, la viruela aviar también suele transmitirse por la acción de algunos insectos de tipo hematófago.
Estamos ante una enfermedad que puede manifestarse de dos maneras distintas: seca o húmeda. Esta última manifestación, a la cual también se le conoce como diftérica, se hace presente por medio de lesiones en las mucosas del aparato respiratorio y en las mucosas digestivas superiores.
Es entonces que aparecen nódulos amarillentos o blancuzcos y lesiones en las mucosas que le impiden al ave la normal ingesta de comida.
En sus brotes más severos esta enfermedad tiene una letalidad del cincuenta por ciento, ya que las aves fallecen por inanición o por asfixia.
Al no haber cura para la viruela aviar esta enfermedad de las gallinas solamente puede ser paliada empleando medicamentos antibióticos para atender las infecciones que se presentan de manera secundaria. También es imprescindible aislar a los ejemplares enfermos y atender las indicaciones del veterinario.
El problema de la urolitiasis en las aves de cría
A la urolitiasis aviar también se le conoce como gota visceral y se perfila como una artritis producida por una severa insuficiencia renal. Tal condición generalmente se produce cuando se acumulan excesivos uratos en las membranas y articulaciones de las patas de las aves. Con ello, su movimiento cotidiano se ve notablemente afectado.
La mencionada acumulación de uratos puede estar causada por distintos factores, como, por ejemplo, una extrema deshidratación, una dieta poco adecuada o por haberle suministrado a esas aves fármacos que no les eran convenientes.
Como principales manifestaciones de la urolitiasis aviar destacan la aparición de llagas y deformaciones en las extremidades de las aves. Por otra parte, hay otra presentación aún más grave y perjudicial que deriva en una letalidad mayor para los ejemplares.
En este modo de la urolitiasis aviar una enorme cantidad de depósitos de uratos cubren a las membranas serosas de la cavidad toracoabdominal de la gallina.
Como en el caso de la viruela aviar, la gota visceral tampoco tiene cura y únicamente se pueden usar atenciones paliativas para las aves afectadas.
También es positivo optimizar la dieta de los ejemplares, siempre siguiendo las indicaciones del veterinario.
El problema de la Bronquitis infecciosa en las gallinas
Finalmente hay que mencionar una enfermedad de tipo viral y altamente contagiosa la cual es producida por un coronavirus y cuyas afectaciones se concentran en el aparato respiratorio de los plumíferos. Nos referimos a la Bronquitis infecciosa de las gallinas.
La transmisión de esta enfermedad se produce por la interacción directa entre las aves, por una mala higiene en granjas y criaderos o por medio de las heces de los ejemplares.
De entre los síntomas más asociados a la bronquitis infecciosa aviar hay que mencionar los siguientes: sofocación, disminución de peso, tumefacciones en la cabeza, disnea, lagrimeo incontenible y abundantes estornudos.
Por lo que se refiere al tratamiento para atender los casos de bronquitis infecciosa aviar, no existe alguno que pueda ser empleado. Únicamente se puede prevenir y controlar utilizando vacunas aplicadas siguiendo las directrices del veterinario.