Seguramente te ha sucedido alguna vez que al ir por la calle te encuentras con un gato bebé, confundido y abandonado. En estas situaciones es muy posible que tengas el deseo de llevarlo a casa y cuidar de él. Pero tomar esa decisión implica una importante responsabilidad, ya que cuidar a un minino tan joven requiere de atenciones especiales y mucho cariño.
Estamos hablando de cómo cuidar a un gato que tiene una edad menor a las tres semanas de vida. Es un verdadero desafío ya que requiere de una buena dosis de tiempo y esfuerzo dedicados a garantizar una buena calidad de vida para el pequeño gato.
Cómo sujetar al gato bebé
Si has hallado al animalito en la calle y decides adoptarlo, por el hecho de que no se conoce a ciencia cierta la condición sanitaria del gato, hay que lavarse las manos antes y después de haberlo sujetado. Esto debe hacerse por si el gato bebé es portador de variadas enfermedades. En las semanas posteriores al arribo del gatito a casa, es aconsejable que duerma separado de otras mascotas que se tengan, además de cuidar que no compartan alimentos o accesorios variados.
Cuidar la temperatura
Es preciso saber que los gatos que tienen una edad menor a las dos semanas de vida, no pueden regular la temperatura de su cuerpo. De allí la necesidad de mantenerlos calientes. Para ello se puede usar una bolsa con agua caliente o una almohadilla térmica, aunque en este último caso no hay que dejarlo solo para que no sufra quemaduras. Para constatar que el gato bebé no experimenta frío, hay que revisar constantemente sus almohadas. Si acaso llora con frecuencia, es posible que extrañe a su madre y tenga frío.
La alimentación de un gato bebé
Jamás hay que alimentar a un gato bebé con leche. En cambio, es preferible comprar sustituto lácteo en polvo elaborado para gatos. Es recomendable darle la leche en polvo utilizando biberón, pero constatando que no tiene una temperatura demasiado elevada. En este caso, debes cuidar que la leche no tenga una temperatura superior a los 37 años.
En las primeras semanas de vida, los gatos acostumbran tomar alimento cada dos o tres horas. Tras haber cumplido las dos o tres semanas, las tomas de alimento podrán espaciarse a cada cuatro horas.
Las necesidades de un gato bebé
Los gatos demasiado jóvenes no saben como realizar sus necesidades y para ello cuentan con la ayuda de su madre. Para paliar esta carencia, hay que humedecer un algodón con agua tibia y frotar ligeramente su región anal hasta que el gato resuelva sus necesidades naturales.
El descanso del gato bebé
Hay que destinar para el gato bebé un sitio de la vivienda donde pueda dormir tranquilo. Para ello hay que seleccionar una habitación de la casa que sea cómoda y caliente. También se puede usar para ello, una caja de cartón y una vieja toalla.
Para el caso de limpiar a un gatito solo se requiere de una tela y agua tibia. Hay que pasar la tema humedecida por su pelaje y después frotarlo con una tela seca. Resulta indispensable llevar al gato bebé al veterinario para que lo revise y evalúe si tiene problemas de parásitos, o bien que constante la plena salud del minino.
Es importante alimentar al gatito de la mejor manera posible, por ejemplo, no darle leche si el gato se encuentra de espaldas. De la misma manera hay que revisar que el abdomen del gato no se encuentre excesivamente distendido tras haberle dado su alimento. Los mininos solo deben de ganar 50 a 100 gramos semanalmente.
Tras haber cumplido las tres primeras semanas de vida, hay que propiciar que el gatito comience a tomar alimentos sólidos. Para darle la leche hay que usar una mamila especial para gatos o, en todo caso, una mamila convencional para bebés.
Hay que poner inclinada la mamila y permitir que la leche salga pausadamente de ella antes de colocarla en la boca del minino. Podrás encontrar productos y artículos variados para garantizar la salud y el bienestar de tu gato bebé en Farmacia Veterinaria San Bernardo. Consulta nuestro amplio catálogo de productos a precios muy atractivos.