Los canes que tenemos en el hogar en calidad de animales de compañía pueden verse dañados por variados parásitos, ya sea de los considerados como exteriores como los llamados internos. Tenias, garrapatas, pulgas, y también gusanos de los pulmones o del corazón, son solo algunos de los intrusos que parasitan el organismo y el cuerpo de nuestro perro. De manera que su presencia es bastante frecuente de detectar en nuestras mascotas.
Lo más grave con respecto a los parásitos en el perro es que no solamente se perfilan como una incomodidad estética, sino que, además, también son capaces de afectar la calidad de vida y los niveles de bienestar del animal. De la misma manera, parásitos como los mencionados son capaces de causar o transmitir diversas enfermedades, incluso algunas bastante severas en los perros.
Y otra complicación que debe tenerse presente es que numerosos de los parásitos anteriores son capaces de afectar también a los seres humanos, especialmente a aquellos que exhiben una mayor vulnerabilidad como, por ejemplo, ancianos o niños.
Tomando en cuenta lo anterior, se hace necesario desparasitar a nuestro perro cada cierto tiempo, siguiendo siempre las indicaciones del veterinario. Acerca de este tema tan relevante, en lo que sigue les ofreceremos valiosas recomendaciones.
La desparasitación interna de los canes
Lo primero que debemos tener presente para fines de desparasitar al perro de modo interno es que no siempre se deberá de combatir a gusanos o lombrices. Hay parásitos internos que también pueden concentrarse en los ojos o en los pulmones del animal. Por lo tanto, es indispensable usar un producto antiparasitario que sea efectivo frente a la cantidad más grande de parásitos que sea posible.
Lo mínimo que puede esperarse de esta clase de productos es que sean capaces de proteger a nuestro perro en ciertas etapas de su vida, por ejemplo, cuando son cachorros y resultan más vulnerables a las infestaciones que producen ciertos parásitos.
Y mientras que los perros más jóvenes son más proclives a sufrir por la presencia de gusanos en el intestino, los canes de mayor edad suelen padecer más por infestaciones de gusanos en los ojos o en el corazón.
Productos antiparasitarios internos para los perros
Justo por ello se hace tan importante acudir con el veterinario para que nos brinde la mejor asesoría para librarnos de estos problemas. Una posible solución es el uso de antiparasitarios para combatir los parásitos internos. En este apartado son eficaces recursos ciertas pipetas, comprimidos masticables, pastillas o suspensiones orales.
También es necesario repetir la administración del medicamento con la debida periodicidad. Por lo general, esto se realiza cada tres o cuatro meses, aunque ello depende del producto seleccionado por el veterinario y de la edad que tenga el can.
A final de cuentas, es aconsejable desparasitar al animal durante el año entero, ya que la presencia de los parásitos internos no se manifiesta únicamente en los meses más calurosos.
La desparasitación externa de los perros
Canes de cualquier edad son propicios a resultar afectados por ácaros, mosquitos, piojos, garrapatas y pulgas. Estamos ante parásitos capaces de producir severas enfermedades como la leishmaniosis o la filariosis.
Así también, parásitos como los mencionados pueden resultar dañinos para las personas, al servir de vehículos para la transmisión de enfermedades de alto potencial zoonótico, lo cual quiere decir que son capaces de contagiarse de los animales a los humanos.
Productos antiparasitarios externos para los perros
Con respecto a los mejores productos antiparasitarios externos para los perros, destacan ciertos comprimidos masticables, collares, pulverizadores o pipetas. La utilización de uno u otro de estos productos dependerá en buena medida de las particularidades del perro, así como también del modo de vivir que tenga el animal.
Cabe reflexionar a fondo acerca de los reales alcances que pueden llegar a tener los parásitos para la salud y la posible calidad de vida de los perros. Nunca debemos minimizar el problema: no es cuestión de que al animal le pique una pulga, que sufra de comezón o de que a través de las heces elimine algún gusano. Por lo general los parásitos que son detectables son apenas lo mínimo visible acerca de un ciclo parasitario capaz de esparcir abundantes huevos y presencias larvarias.