¿Cuáles son las enfermedades más habituales en los pollos de ceba?

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Para hacer viable cualquier negocio pecuario, para encaminarlo a la prosperidad, es indispensable conocer las mejores estrategias sanitarias para los animales que se crían en ellos. Por lo que se refiere a las aves de granja, hay distintos factores que favorecen la aparición de ciertas enfermedades comunes en esta clase de plumíferos. Pero, entonces, ¿cuáles son las enfermedades más habituales en los pollos de ceba?

Ciertos problemas de salud que afectan a pollos y gallinas están vinculados con los sistemas de manejo usados en tales explotaciones. Otras enfermedades se relacionan más con brotes infecciosos, características genéticas de los ejemplares, circunstancias del medio ambiente, etcétera.

Cómo se generan problemas sanitarios en los criaderos de pollos

De todas maneras, si bien la etiología puede ser distinta, puede afirmarse sin lugar a dudas que los ejemplares jóvenes resultan más susceptibles a padecer graves problemas respiratorios, principalmente por la insuficiente formación de su sistema inmune, por cuestiones de edad.

Por la necesidad que tienen los propietarios de negocios avícolas de proteger a las aves los mejores recursos sanitarios- especialmente a los pollos de ceba-, estos animales son vacunados a una edad temprana con microorganismos vivos contra los cuales el organismo del pollo al identificar a los gérmenes invasores.

En determinadas circunstancias se hacen bastante frecuentes las enfermedades que afectan a los pollos de cría, problemas de salud que deben de ser atendidos en tiempo y forma por el veterinario.

Las enfermedades en los pollos y las enfermedades en humanos

Los pollos están sometidos a un mismo número de enfermedades que las personas. Ciertos problemas de salud humanos y avícolas comparten el nombre: bronquitis, pulmonía, hepatitis, tifoidea, cólera, catarro y viruela, entre otras.

Por otra parte, parásitos como las pulgas, garrapatas y lombrices, así como determinadas sustancias que resultan venenosas como el botulismo y la aflatoxina, son altamente perjudiciales para los humanos y para los pollos.

Un veterinario con la debida preparación y con el apoyo de un laboratorio especializado, es capaz de identificar muchas de las enfermedades frecuentes de presentarse en los ambientes pecuarios con una elevada exactitud. Y aun con ello el veterinario no siempre puede recetar un adecuado tratamiento para todas las enfermedades, puesto que algunas de ellas no pueden ser curadas por completo, sino apenas atendidas.

Cómo se deben de optimizar las condiciones sanitarias de granjas y criaderos

Tomando en cuenta lo antes mencionado, cabe preguntarse cuánta esperanza tienen los agricultores sin una gran infraestructura o experiencia para mejorar las condiciones sanitarias de sus explotaciones.

Afortunadamente hay mucho por hacer en este aspecto, por ejemplo, tener una correcta administración de los plumíferos; acentuar las condiciones sanitarias de las instalaciones; optimizar la cantidad y calidad del alimento que se les ofrece, y aplicar en tiempo y forma las vacunas a los pollos y gallinas.

Pollos enfermos, limitados aprovechamientos pecuarios

Tener conocimientos acerca de las principales complicaciones de salud en los pollos y de cómo atenderlos es de gran relevancia, pero no tanto como la implementación de estrategias para prevenir tales enfermedades.

Los pollos que están enfermos se mantienen poco activos, sin la capacidad de mantenerse derechos y muy seguramente tendrán los ojos humedecidos, además de restos fecales por diarrea en la zona anal.

Los pollos de mayor edad y los que se encuentran más afectados por enfermedad, exhiben indicios patentes de mal estado: cuerpos con posturas encorvadas y demasiado delgados, plumas de irregular contextura, alas colgantes, debilidad extrema, y un menor tamaño de los ejemplares saludables.

Cómo identificar brotes de enfermedad en las poblaciones de pollos y gallinas

Un par de señales de importantes problemas sanitarios en las poblaciones de aves de granja son los siguientes: una reducción en el consumo integral de alimentos y un elevado nivel de mortalidad. Es preciso observar la manada por lo menos un cuarto de hora diariamente para poder detectar alguna anormalidad.

Para lo que se refiere a las poblaciones pequeñas de pollos y gallinas, para manadas que incluyan a menos de cincuenta ejemplares, es aconsejable utilizar un corral aislado durante el tiempo que dure su enfermedad. Para poblaciones más grandes de aves de granja, será preciso sacrificar a los ejemplares más enfermos y posteriormente, con el apoyo de un veterinario con experiencia, realizar una examinación post-mortem para detectar las causas de esa enfermedad.

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