En la cría de ganado, el cuidado de los becerros en sus primeros meses de vida es crucial para garantizar su desarrollo saludable y prevenir enfermedades. Los materiales contaminados en los ambientes pecuarios, como alimentos, agua, utensilios y superficies, representan un riesgo significativo para la salud de estos animales jóvenes.
La salud de los becerros en ambientes pecuarios depende en gran medida de la calidad del manejo y la higiene de los materiales que utilizan. Prevenir enfermedades causadas por materiales contaminados no solo mejora el bienestar animal, sino que también optimiza la producción ganadera.
La implementación de prácticas de manejo adecuadas, la limpieza regular de instalaciones y utensilios, y la supervisión de alimentos y agua son medidas esenciales para proteger a los becerros y garantizar su desarrollo saludable.
A continuación, se analizan las principales enfermedades relacionadas con estas condiciones, sus causas y medidas preventivas.
Diarrea neonatal
La diarrea es una de las enfermedades más comunes en becerros jóvenes, especialmente en sus primeras semanas de vida. Los agentes causantes incluyen bacterias como Escherichia coli, virus como el rotavirus y protozoos como Cryptosporidium parvum. La transmisión ocurre con frecuencia a través de alimentos o agua contaminados, así como por contacto con superficies sucias en corrales o bebederos.
Esta condición provoca deshidratación severa y, si no se trata a tiempo, puede ser fatal. Los principales síntomas son heces líquidas, apatía y pérdida de apetito. Para prevenir la diarrea neonatal, es fundamental mantener la higiene en los corrales, limpiar regularmente los utensilios de alimentación y garantizar un suministro de agua limpia. Además, el consumo temprano de calostro de buena calidad refuerza el sistema inmunológico de los becerros.
Neumonía
La neumonía, o enfermedad respiratoria bovina, es otra afección común que afecta a los becerros en ambientes pecuarios insalubres. Este padecimiento se produce por una combinación de factores: bacterias como Pasteurella multocida, virus respiratorios y condiciones ambientales adversas, como corrales con poca ventilación o alta humedad.
Los materiales contaminados, como camas sucias y utensilios, facilitan la propagación de agentes infecciosos. Los síntomas incluyen fiebre, tos, secreción nasal y dificultad para respirar. La prevención se centra en mejorar la ventilación de los establos, reducir la densidad de animales en los corrales y desinfectar regularmente el equipo de manejo. La vacunación también juega un papel clave en la reducción de brotes.
Onfalitis
La onfalitis, conocida como infección del ombligo, ocurre cuando los becerros recién nacidos son expuestos a superficies contaminadas o camas sucias. Esta condición es causada por bacterias como Staphylococcus y Streptococcus, que penetran en el cordón umbilical y provocan inflamación y abscesos.
Los becerros afectados muestran dolor al tacto en la zona del ombligo, fiebre y, en casos graves, septicemia. Para prevenir esta enfermedad, es esencial desinfectar el ombligo de los becerros al nacer y asegurarse de que las áreas donde se encuentran estén limpias y secas. La desinfección regular de las instalaciones también reduce significativamente los riesgos.
Coccidiosis
La coccidiosis, causada por protozoos del género Eimeria, es una enfermedad intestinal que afecta a los becerros en ambientes con alta carga de materia fecal y materiales contaminados. Los síntomas incluyen diarrea, pérdida de peso, debilidad y, en casos graves, deshidratación severa.
La principal fuente de contagio son los corrales y utensilios contaminados. Para prevenir la coccidiosis, se recomienda limpiar y desinfectar regularmente las áreas de alojamiento, controlar la densidad de animales y suministrar alimentos en condiciones higiénicas. En zonas endémicas, la administración preventiva de coccidiostáticos puede ser una estrategia eficaz.
Intoxicaciones alimentarias
El uso de alimentos contaminados o mal almacenados puede causar intoxicaciones en los becerros, afectando su salud de manera crítica. Los contaminantes comunes incluyen micotoxinas presentes en forrajes mal conservados y restos de productos químicos usados en el manejo de cultivos.
Los síntomas varían según el tipo de intoxicación, pero suelen incluir vómitos, diarrea, convulsiones y, en casos extremos, muerte. Para evitar estas situaciones, es fundamental garantizar que los alimentos y el agua sean de buena calidad, almacenar los insumos en condiciones óptimas y monitorear regularmente su estado.
Salmonelosis
La salmonelosis es una enfermedad bacteriana causada por Salmonella, que afecta tanto al sistema digestivo como al general de los becerros. Los materiales contaminados, como agua y alimentos, son las principales fuentes de transmisión. Los síntomas incluyen diarrea con sangre, fiebre, deshidratación y pérdida de apetito.
Para prevenir esta enfermedad, es vital implementar prácticas de limpieza estrictas, desinfectar regularmente los comederos y bebederos, y evitar el contacto con animales infectados. También es recomendable realizar pruebas periódicas para detectar la presencia de Salmonella en el ambiente pecuario.
Pie de atleta o dermatitis interdigital
Aunque menos común, la dermatitis interdigital puede presentarse en becerros debido a la exposición a suelos húmedos y contaminados. Esta condición se caracteriza por inflamación, dolor y cojera.
El manejo adecuado de las áreas de descanso, asegurando que estén secas y limpias, reduce significativamente el riesgo de esta enfermedad. Además, es importante revisar periódicamente las patas de los becerros y tratar cualquier lesión de inmediato.