Importante problema para la salud de los caballos, burros y yeguas, la encefalitis equina es una enfermedad difundida por un virus perteneciente al género de los alphavirus. Este microorganismo es capaz de producir graves complicaciones en los caballos y las personas, como, por ejemplo, intensas fiebres o hasta la muerte de los afectados. Todo ello por la inflamación del cerebro que se presenta como consecuencia de la mencionada enfermedad.
Cabe mencionar que el virus es transmitido por medio de la picadura de un mosquito, el cual, antes ha picado a algún ratón o ave infectado por dicho microorganismo. No obstante, el contagio no se extiende entre los propios caballos o de los caballos a las personas. Solo se esparce la enfermedad por la picadura del mosquito, salvo en los casos que se trate del Virus del Nilo.
La encefalitis equina es una enfermedad que se presenta en distintas partes del mundo y eso se debe en buena medida a que las aves sean portadoras del virus que produce esta enfermedad. Y es que, debido a la dinámica migratoria de las aves, esto ocasiona que la encefalitis equina se presente en distintas partes del globo. Esa es la causa por la cual, si bien este nocivo microorganismo tenga su fuente generadora en sitios pantanosos o húmedos, pueda llegar a otras áreas geográficas que no tengan estas características ambientales.
Una de las principales dificultades para encarar el problema de la encefalitis equina es que no existe un tratamiento enfocado exprofeso en curar esta enfermedad, es decir, aun no se cuenta con un fármaco enfocado en la eliminación del virus que produce este mal. Por ello, actualmente la mejor vía para combatir esta enfermedad es la prevención.
En este sentido, cuando se presente un caso plenamente confirmado de encefalitis equina en una cuadra, se debe aislar inmediatamente al ejemplar y acto seguido asear el lugar, ya que con mucha probabilidad allí habrá más mosquitos merodeando, los cuales son capaces de trasmitir esta enfermedad a caballos y seres humanos.
El problema de la fiebre en los caballos
Como habíamos comentado anteriormente, de entre los principales síntomas asociados a la encefalitis equina sobresale la fiebre. Ya sea que la fiebre en los equinos tenga que ver con la enfermedad antes mencionada o no, debe ser atendida. Si un caballo tiene una temperatura corporal superior a los 39.7 grados centígrados, entonces precisa de ayuda para enfriar su organismo.
Ahora bien, casi siempre la fiebre por sí misma no es riesgosa, salvo que sea extrema o demasiado prolongada. Los caballos que tienen fiebre con frecuencia dejan de cuidar de sí, dejan de consumir su alimento y de hidratarse como es debido. Eso a la larga puede llevarlos a experimentar un cólico por impactación o un severo caso de deshidratación.
Hay que tener presente que una fiebre que supere los 41 grados centígrados puede poner en peligro la vida del caballo. Y si bien estos eventos no son muy frecuentes, las fiebres elevadas pueden producir convulsiones o crisis epilépticas. Por cada grado que se eleve la temperatura corporal del caballo, las necesidades calóricas del animal se incrementan un 13 por ciento.
Cómo combatir la fiebre en el caballo
Hay ciertas tendencias fáciles de realizar que nos ayudan a controlar la temperatura elevada en el cuerpo del caballo. Con ello lograremos que el animal se sienta menos incómodo con la calentura. De entrada, hay que retirar al equino del sol y ponerlo en la sombra y de preferencia dentro de la cuadra. En este último caso debemos revisar que la ventilación sea adecuada. Hay que quitarle la tela que lo pudiera cubrir a menos que haya fríos vientos en el ambiente o que el animal tenga el pelo corto.
Para propiciar una rápida disipación del calor en el cuerpo del animal, lo mejor es enfriar al equino empleando la evaporación. Para ello, hay que usar una cubeta con agua fría y una toalla o esponja para humedecer el cuerpo del caballo, hasta percibir con el tacto que la piel del animal ya está fría. Hay que humedecer solamente el área corporal por encima de los hombros del caballo, ya que el ejemplar puede padecer gripe si se moja la totalidad del cuerpo.